El estudio de la fuerza de los ancestros y su integración como potencias creadoras permite el desenvolvimiento feliz de la vida y provoca en el alma una sanación. Todos tenemos un padre y una madre, en la medida que ellos pasan a ser figuras sagradas en el inconsciente se produce la sanación parental, actuando en forma positiva en la vida cotidiana, sanando a las personas de muchos males espirituales y físicos.
En la carta Astral, especialmente en la casa IV y la X encontramos referencias a la relación con los padres. El signo de la cúspide y los planetas presentes en esas casas nos van a representar los desafíos, potenciales y crecimientos que tenemos que resolver e integrar en la relación parental y que son fundamentales para tener una relación sana con ellos.
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